La participación del ciudadano como control social del Estado, lleva a este último a ejecutar prácticas transparentes, legítimas y con resultados esperados con un mínimo de riesgo. Tener un estado cada vez más eficiente, es la demanda permanente de los ciudadanos y está en cualquier agenda política tratar la mejora del estado.
Un ciudadano cada vez mas maduro, que empieza a manifestar las necesidades, que exige una comunicación clara y una calidad cada vez mas especifica en los servicios públicos. Pone de manifiesto la existencia de un control social y político permanente, que presiona al Estado si o si hacia la modernización.
Una época como la actual, donde las tecnologías de la información están al alcance de todos, hacen de este control social una herramienta exigente con que cuenta la ciudadania para poder cuestionar con evidencia, situaciones similares aplicadas en cualquier otro lugar del mundo que hasta permiten realizar proyecciones de los resultados de las políticas aplicadas por Estado en un determinado lugar.
Es con la Calidad que el Estado asume una estructura de funcionamiento con pensamiento en el Ciudadano, y al mismo tiempo la adecuación de un estado burocrático hacia otro orientado a resultados, con una clara comunicación con el ciudadano para revisar y definir las estrategias o políticas a aplicar, no es una tarea sencilla ya que a diferencia de las organizaciones privadas, muchas veces, las dimensiones del estado como así también la dimensión de los recursos humanos que forman el estado, hacen de aplicar la Calidad un gran desafío.
Al incorporar el concepto de Calidad en el Estado, se pueden apreciar los diferentes rasgos que marcan un Estado tradicional y burocrático en comparación con el Nuevo Estado, donde el control social y las partes interesadas tienen una participación activa.
El Estado Burocratico |
El Estado Post Burocratico |
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